Cuando imaginas la mejor copa del vino del mundo, seguramente tienes la imagen de una copa elegante con vino dorado en su interior y algunas burbujas que decoran su consistencia. Pero ¿esto es real? ¿El vino tiene tanto gas como para generar burbujas? Mucha gente cree que es habitual, otros más creen que es una señal de caducidad. Las características del vino relacionadas con la gasificación son muy interesantes, por lo que aquí te explicamos todo lo que debes saber sobre este elemento.
¿Cómo está compuesto el vino?
Ya es sabido que la fermentación alcohólica de las uvas y cada ingrediente del vino es la responsable de crear bebidas fenomenales. Es justo durante dicho proceso que se genera un elemento fundamental para cualquier vino: hablamos del gas carbónico.
Como ya advertimos, este gas se crea en el proceso de fermentación, por lo que todos los vinos cuentan con dicho elemento. Sin embargo, la cantidad generada es tan pequeña que resulta imperceptible a la vista y boca. A los vinos que cumplen esta regla, se les conoce como Vinos de Aguja.
Por otro lado, la singularidad de los vinos crianza y su alto tiempo de fermentación generan en dichas presentaciones mayores niveles de gasificación que sí son notables en vista. A ellos se les conoce como Vinos Espumosos. Finalmente, existe un tipo de vino al que se le agrega gas carbónico de manera artificial, a ellos se les conoce como Vinos Gasificados.
La presencia del gas carbónico es muy importante para los productores del vino, tanto así que existe una clasificación establecida en el mundo para cada tipo de bebida. Sigue nuestro próximo blog y entérate de sus aplicaciones y alcances.
Fermentación errónea
Aunque ya advertimos que el gas carbónico existe en todos los vinos y sólo varía la cantidad presente en cada bebida, hay excepciones donde las burbujas de gas son indicios de fermentación no planeada. Las características del vino afectado se traducen en una fermentación secundaria y no planeada para un vino específico. Suele pasar que el líquido fue almacenado en el vidrio con levaduras activas, por lo que, al momento de sellar, la fermentación continúa dentro de la botella en circulación.
Finalmente, es importante mencionar que vinos de esta índole no suelen ser líquidos para desechar. Aunque el proceso de fermentación continuó de forma errónea, el sabor casi no se ve afectado. Por ello, se recomienda almacenar de forma correcta tus botellas favoritas para mantener su sabor intacto. De esta forma, se consolidan como un mercado de consumo apreciado por paladares especiales.