Debido a su nivel de gas carbónico, nuestros vinos se catalogan en la categoría de Aguja. Curiosamente, su elaboración les brinda características inigualables que se detectan fácilmente en olor, gusto y vista. Aquí te platicamos cómo elaboramos las joyas de Rioja: Diamante Blanco, Rosado y Crianza.

Diamante Blanco usa clásicos tipos de uva para vino

El vino blanco semidulce, pionero en la industria, es elaborado 100% con uva viura. Los racimos de ésta son recepcionados en tolvas de acero inoxidable para ser posteriormente despalillados (separación de bayas y escobajos), al tiempo que se molturan sus bayas. El contacto con la piel de uva, pulpa, pepitas y mosto de viura se produce en depósitos de acero inoxidable durante 14 horas a una temperatura media de 10 ºC. 

Pasado este tiempo, el mosto se separa de las partes sólidas y fermenta por separado a una temperatura media de 16 ºC. Ya transcurrida, ésta se paraliza por sistemas en frío con el fin de mantener los azúcares naturales que confieren a este vino una de sus peculiaridades.

El resultado es un vino de color amarillo pajizo con tonos dorados. En nariz, es ligeramente floral y destacan las notas de fruta madura; en boca, es suave y untuoso. Si quieres comprarlo, haz click aquí.

¿Cuál es el tipo de uva para hacer vino tinto? Conoce Diamante Crianza

El viaje comienza con el cultivo de uvas tempranillo y garnacha tinta, un clásico tipo de uva para hacer vino tinto. Ambos frutos se unen en una proporción de 75 y 25% respectivamente. Realizada la selección, la elaboración comienza con el despalillado de los racimos y un suave estrujado de las uvas para realizar posteriormente la fermentación alcohólica y la fermentación maloláctica. Después, el vino envejece en barricas de roble francés y americano durante 12 meses con trasiegas cada 6 meses. Finalmente, se afina en botella y está lista para el consumidor final.

El resultado es de no creerse: una bebida de color rojo y ribetes rubí que expresa en nariz marcadas notas de frutas maduras, recuerdos de tostados y apuntes a vainilla. En boca, destaca su paso suave con buena estructura y taninos elegantes. Su final aporta notas de frutas y especias. ¡Pruébalo ahora!

¿Cómo hacer vino rosado? Así nace Diamante Rosado

El vino más romántico de todos requiere la recolección de uva tempranillo y uva viura. Ambas se mezclan en una proporción 50/50. Con ello, los racimos son almacenados en tolva de acero inoxidable para ser posteriormente despalillados y molturadas sus bayas. 

Al igual que Diamante Blanco, el contacto con la piel de uva, pulpa, pepitas y la mezcla de tempranillo-viura se produce en depósitos de acero inoxidable durante 14 horas (aprox.) a una temperatura media de 10 ºC. Pasado este tiempo, la mezcla es separada de las partes sólidas y fermenta a 16 ºC. Transcurrida parte de la fermentación, ésta se paraliza por sistemas de frío con el fin de mantener los azúcares naturales.

Una vez resuelta la pregunta cómo hacer vino rosado, es necesario hablar de los resultados: Diamante Rosado es de color rosa con ribetes rosa fresa. En nariz, expresa la complejidad de matices que le aportan los frutos rojos y el caramelo de fresa. En Boca, es amplio, fresco por su acidez y sedoso por su dulzor. En definitiva, un vino de gran recorrido en gusto, persistente. ¡Llevalo a casa ahora!

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