Cumpleaños, reuniones familiares, celebraciones nacionales e incluso festividades cotidianas son fechas propensas a acompañar con vinos de excelente calidad. Siendo este el caso, las botellas siempre quedan vacías, lo cual es la mejor señal de un momento bien disfrutado.
Sin embargo, existen ocasiones en las que es mucho más ameno descorchar tu botella favorita y beber una o dos copas únicamente. ¿Qué pasa con el líquido abierto? ¿Se puede mantener fresco por más tiempo o su destino es la coladera? Aquí te contaremos cómo mantener vivos los aromas del vino.
Oxigenación vs aromas del vino
El primer paso es entender por qué se “apaga” un vino al estar destapado. Y es que la razón es más sencilla de lo que crees, aunque un poco técnica. Tenemos que hablar del proceso de oxigenación u oxidación.
Es muy cierto que la cultura del vino en el mundo dicta lo siguiente: “un vino recién abierto debe oxigenarse para liberar su máximo potencial”. Pero ¿qué tanto debe interactuar el líquido con el aire? Ahí la cuestión y no por nada, existen múltiples accesorios del vino encargados de mantenerlos separados.
Resulta que la oxidación de tu bebida favorita puede desencadenar los mejores aromas y texturas en el paladar, pero cuando el proceso se alarga demasiado (digamos días o semanas), el proceso de fermentación continúa, por ende, se generan sabores y olores desagradables para el paladar.
Accesorios del vino para su frescura
La buena noticia es que muchos accesorios del vino nos permiten conservar nuestras bebidas almacenadas sin caer en dicho proceso, pudiendo extender su vida aunque se hayan abierto con bastante tiempo de antelación. Aquí te hablaremos de 4 opciones ideales:
- Corcho, el viejo y confiable. Sí, es lo más básico del mundo, pero te ayudará en cortos periodos de tiempo. Debes recordar que todo corcho retirado ya cuenta con un orificio creado por el descorchador, por ello, un vino tapado con su propio corcho comenzará a oxidarse en algunos días posteriores a su apertura. Ideal si planeas terminar tu botella al día siguiente.
- Tapón de vacío, un gran aliado. A diferencia de otras opciones, estos tapones son más elevados en valor, aunque su funcionalidad es innegable. A través de una bomba de vacío, el tapón elimina la mayor cantidad de oxígeno en el envase, lo que permite conservar bebidas de crianza por mucho más tiempo. Sin embargo, debes considerar que no eliminan el 100% del aire, por lo que su funcionamiento mantiene tu bebida “resguardada” por 5 ó 7 días.
- Cambio de botella, muy sencillo. Una vez que sirves ese par de copas deliciosas, una buena idea es pasar el restante del vino a otra botella más pequeña. Así, en combinación con un corcho adecuado, la cantidad de oxígeno se reduce al mínimo.
La cultura del vino en el mundo ha desarrollado numerosas soluciones a problemas cotidianos como la oxidación. Por supuesto, hay opciones para mantener viva tu bebida con diferentes presupuestos. Sin embargo, lo realmente importante es degustar la calidad en paladar, combinando con momentos especiales. Todo lo demás, es sólo un complemento. Disfruta tus bebidas con responsabilidad.
