Es sabido que existe una clasificación de vinos según su nivel de azúcar residual. Y aunque ya hemos explorado diferentes categorías, hay una en particular en la que centraremos hoy nuestra atención: los vinos semidulces. Sabemos muy bien que es de tu interés conocer lo mejor en relación calidad-precio, por ende, aquí te presentamos dos alternativas que sin duda te encantarán.
¿Por qué Diamante es vino semidulce?
Diamante nació en 1890, siendo el primer vino semidulce de Rioja. Su éxito comenzó a esparcirse por todo el mundo, llegando a ser considerado el anfitrión de múltiples eventos de gala. De hecho, cuando los demás notaron el triunfo de Diamante, comenzaron a aparecer otras opciones. Somos pioneros en crear vinos para los que saben disfrutar de la vida todos los días.
Gracias a una nueva forma de elaboración, Diamante comenzó a brillar en el paladar de millones, lo que nos obligó a crear productos sin iguales. Aquí te hablaremos de dos específicos: Diamante rosa y Diamante blanco.
Conoce Diamante Rosa y Diamante Blanco
- Diamante Blanco, el pionero de Rioja
Los racimos de uva son recepcionados en tolvas de acero inoxidable para ser posteriormente despalillados (separación de bayas y escobajos) y seguidamente molturadas sus bayas. El contacto con la piel de uva, pulpa, pepitas y mosto se produce en depósitos de acero inoxidable durante 14 horas aproximadamente a una temperatura media de 10 ºC. Pasado este tiempo, el mosto es separado de las partes sólidas y fermenta aparte a una temperatura media de 16 ºC. Transcurrida parte de la fermentación, esta se paraliza por sistemas de frío con el fin de mantener los azúcares naturales que confieren a este vino una de sus peculiaridades.
Se trata de un vino semidulce de color amarillo pajizo con tonos dorados. En nariz, es ligeramente floral y destacan las notas de fruta madura. En boca, es suave y untuoso. Se recomienda acompañar con aperitivos, pescados, mariscos, arroces, postres y platos fríos.
- Diamante Rosado, romántico por naturaleza
Su proceso de elaboración es el mismo que el de Diamante Blanco, pues los racimos de uva son recepcionados en tolva de acero inoxidable para ser posteriormente despalillados y seguidamente molturadas sus bayas. El contacto con la piel de uva, pulpa, pepitas y mosto (50% tempranillo y 50% viura) se produce en depósitos de acero inoxidable durante el mismo tiempo y misma temperatura que su predecesor. Pasado este tiempo, el mosto es separado de las partes sólidas y fermenta aparte a una temperatura media de 16 ºC. Transcurrida parte de la fermentación, esta se paraliza por sistemas de frío con el fin de mantener los azúcares naturales.
Es un vino semidulce de color rosa con ribete rosa fresa. Expresa en nariz la complejidad de matices que le aportan los frutos rojos y el caramelo de fresa. En boca, es amplio, fresco por su acidez y sedoso por su dulzor. Un vino de gran recorrido en boca. Persistente, perfecto para acompañar con entremeses, carnes blancas, pasta y pizza.
Si quieres conocer más sobre ambas presentaciones, te invitamos a inscribirte a nuestra cata gratuita #RIojaEnTuCasa, donde aprenderás a explotar al máximo la experiencia de vinos semidulces y llevarla a cualquier momento especial.