En el arte de catar vinos, la fase olfativa es una de las más fascinantes y reveladoras. Descubre cómo aprovechar al máximo esta etapa crucial para disfrutar plenamente de tus catas.

Una cata de vino es un viaje sensorial que involucra tres etapas distintas: la visual, la olfativa y la degustativa. La fase olfativa, en particular, nos sumerge en un mundo de aromas exquisitos que anticipan el placer que está por venir en el paladar. Aquí te mostramos cómo puedes sacar el máximo provecho de esta experiencia sensorial:

Cata de vinos paso a paso: conoce los aromas

Los aromas del vino se pueden clasificar en diversas familias, desde los delicados aromas de flores hasta los intensos aromas frutales, pasando por los terrosos aromas vegetales y los seductores aromas especiados. Familiarizarse con estas familias te ayudará a identificar y apreciar mejor los matices del vino que estás catando.

Los aromas se pueden clasificar en diferentes familias, cada una caracterizada por un conjunto particular de fragancias que pueden emanar del vino. Aquí hay una explicación más detallada de algunas de las familias de aromas más comunes:

• Aromas de Flores: Estos aromas son delicados y florales, evocando notas de rosa, jazmín, lavanda o flor de naranjo. Pueden ser frescos y perfumados, añadiendo una dimensión elegante y femenina al vino.

• Aromas Frutales: Esta familia abarca una amplia gama de fragancias, desde frutas frescas como manzana, pera y melocotón, hasta frutas más tropicales como piña, mango y maracuyá. Los aromas frutales pueden ser tanto frescos y jugosos como maduros y dulces, dependiendo del tipo de uva y el proceso de vinificación.

• Aromas Vegetales: Estos aromas nos llevan al jardín y al campo, con notas que recuerdan a hierbas frescas como menta, tomillo y salvia, así como a vegetales como pimiento verde, espárragos y heno. Aportan frescura y vitalidad al vino, añadiendo complejidad y carácter.

• Aromas Especiados: Esta familia incluye aromas cálidos y especiados, como la vainilla, la canela, el clavo de olor y la pimienta negra. Estos aromas pueden ser el resultado de la crianza en barrica o de la presencia de ciertas sustancias químicas en el vino, añadiendo profundidad y calidez al perfil aromático.

• Aromas Balsámicos: Estos aromas nos recuerdan a los bosques y las resinas, con notas de eucalipto, mentol y pino. Aportan frescura y vigor al vino, así como una sensación refrescante en el paladar.

• Aromas Animales: Estos aromas son más terrosos y rústicos, evocando notas de cuero, carne ahumada y establo. Pueden ser el resultado de la crianza en barrica o de la presencia de ciertas levaduras y bacterias en el vino, añadiendo complejidad y carácter al perfil aromático.

• Aromas Químicos: Estos aromas pueden ser más sutiles y difíciles de identificar, pero pueden incluir notas de petróleo, goma, plástico o incluso medicina. Pueden ser el resultado de ciertas prácticas enológicas o de la presencia de compuestos químicos naturales en el vino.

Limpia tu nariz antes de catar un vino

Antes de sumergirte en la fase olfativa, asegúrate de limpiar tu nariz de cualquier aroma que pueda interferir con la experiencia. Evita perfumes fuertes o ambientes con olores penetrantes que puedan contaminar tu capacidad de percibir los sutiles aromas del vino. Una nariz limpia garantiza una experiencia de cata más precisa y satisfactoria.

Prepara las copas para tu cata de vino

La elección de la copa adecuada y la preparación son fundamentales para realzar los aromas del vino. Utiliza copas de cristal fino, preferiblemente con una forma que permita concentrar los aromas en la parte superior. Decanta el vino si es necesario, permitiendo que se airee y libere sus aromas antes de catarlo. Además, asegúrate de llenar la copa solo hasta cierto punto y dejar espacio suficiente para que los aromas se desarrollen plenamente.

Practica para la cata de vinos paso a paso

Como en cualquier otra habilidad, la práctica es esencial para perfeccionar tus habilidades de cata. Dedica tiempo a catar diferentes vinos y familiarizarte con una amplia gama de aromas. Experimenta con la intensidad y la complejidad de los aromas, y observa cómo evolucionan con el tiempo y la exposición al aire. Cuanto más practiques, más afinarás tu capacidad para identificar y apreciar los aromas del vino.