Diamante
Clericot, historia de una bebida refrescante
Publicado por mecheverria
13 de diciembre, 2024

El clericot es una bebida refrescante y llena de sabor que combina vino con frutas, siendo una opción ideal para disfrutar en reuniones sociales y días calurosos. Aunque a menudo se le compara con la sangría, el clericot tiene una identidad propia y una rica historia que lo respalda. En este blog, exploraremos el origen del clericot, cómo surgió y qué lo hace tan especial, además de ahondar en la combinación de vino y frutas que le da su sabor distintivo.

Origen del Clericot: ¿De Dónde Viene?

El clericot tiene sus raíces en Europa, particularmente en Inglaterra y Francia, donde surgió como una bebida alternativa para los días cálidos. Aunque la palabra «clericot» proviene del término inglés «claret-cup», que hacía referencia a una mezcla de vino tinto (específicamente el claret, una variedad de Burdeos) con frutas y azúcar, fue en Francia donde la bebida adquirió mayor popularidad. Se cuenta que en el siglo XIX, los ingleses residentes en la región de Burdeos comenzaron a mezclar el vino tinto de la zona con frutas locales y azúcar, dando lugar a una versión temprana del clericot que rápidamente se extendió a otros países.

Sin embargo, fue en América Latina, especialmente en Argentina y Uruguay, donde el clericot encontró su lugar definitivo. Los europeos que emigraron a estas tierras llevaron consigo la receta y la adaptaron a los ingredientes locales, utilizando las uvas y frutas propias de la región.

¿Cómo surgió el Clericot en América Latina?

A finales del siglo XIX y principios del XX, América Latina experimentó una gran ola de inmigración europea, especialmente desde países como Italia, España y Francia. Con ellos llegaron diversas tradiciones, incluyendo el consumo de vino, algo que se combinó perfectamente con la abundancia de frutas frescas en la región.

En Argentina, el clericot se convirtió en una bebida tradicional durante las celebraciones de verano y en eventos sociales. Las frutas tropicales, como la piña, el melón y los cítricos, se mezclaban con vino blanco o rosado, creando una bebida ligera y refrescante. Aunque en un inicio se utilizaba más el vino tinto, con el tiempo se empezaron a emplear otras variedades de uvas para vino para diversificar el sabor del clericot.

En Uruguay, la bebida también tomó fuerza, pero con un estilo propio, destacando la incorporación de vinos blancos de la región. En ambos países, el clericot se volvió un clásico de las mesas familiares, especialmente durante el verano y las fiestas de fin de año.

¿Qué Vino y Frutas Se Utilizan en el Clericot?

El clericot es una bebida extremadamente versátil, lo que significa que puedes utilizar distintas uvas para vino y frutas según tus preferencias. Aunque originalmente se usaba vino tinto, hoy en día es común encontrar clericot preparado con vino blanco, rosado e incluso espumoso. A continuación, algunas de las variedades de uvas y frutas que suelen usarse para preparar un delicioso clericot:

  • Vino tinto o blanco: Dependiendo del estilo que prefieras, puedes utilizar vinos tintos ligeros o más robustos. Entre las variedades de uva más populares para el clericot están el Tempranillo, el Malbec y el Merlot para vinos tintos, mientras que el Chardonnay y el Sauvignon Blanc son comunes para versiones blancas.
  • Frutas frescas: El vino con frutas como se llama clericot se caracteriza por la variedad y frescura de los ingredientes que lo componen. Algunas de las frutas más utilizadas son la manzana, la naranja, el durazno, el melón, las uvas, la piña y las fresas. Estas frutas aportan sabor, dulzura y color a la bebida, haciendo del clericot una opción refrescante y deliciosa.
  • Cítricos y bayas: Las frutas cítricas, como la naranja, el limón y el pomelo, son esenciales para darle un toque ácido al clericot, equilibrando el dulzor de las frutas más dulces. También es común incluir bayas como fresas, arándanos y moras, que añaden un toque de frescura y acidez.

Clericot vs. Sangría: ¿Cuál es la Diferencia?

Aunque el clericot y la sangría son bebidas similares en cuanto a la combinación de vino con frutas como se llama, existen algunas diferencias clave entre ambas. La sangría es originaria de España y se elabora principalmente con vino tinto, al que se le añaden frutas y algún tipo de licor, como brandy o ron. Por otro lado, el clericot es más ligero y fresco, y se suele preparar con vino blanco o rosado, lo que lo hace ideal para los climas cálidos.

Otra diferencia importante es el tipo de frutas que se utiliza en cada bebida. Mientras que en la sangría se prefieren frutas como las naranjas, limones y manzanas, en el clericot se usan frutas más tropicales, como piña, melón y fresas.

El clericot es una bebida que ha viajado por el mundo, adaptándose a los gustos y culturas de cada lugar. Su combinación de vino con frutas como se llama lo convierte en una opción refrescante, versátil y perfecta para compartir en reuniones. Aunque su origen se remonta a Europa, hoy en día es en América Latina donde más se disfruta, gracias a su capacidad de adaptación a ingredientes frescos y tropicales. Más que una simple bebida; es una celebración de la frescura y la tradición. Si aún no has probado esta deliciosa mezcla de vino y frutas, ¡no esperes más para prepararla y disfrutarla en buena compañía!

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