Qué increíble es el proceso para destapar el vino favorito: los amigos y familiares reunidos, el destapador acoplándose a la botella y ese sonido característico que rompe el vacío dentro de la bebida. ¿Cuántos no hemos olfateado el corcho con tal de “absorber” un poco más de los olores recién liberados? Esta acción ya hasta es un elemento identitario de la cultura del vino en México.

Pero ¿qué pasa con ese corcho después de nuestra convivencia? ¿Debemos tirarlo a la basura? ¿Podemos almacenarlo para otros usos? Aquí te brindaremos algunas ideas para darle una segunda oportunidad a esos corchos especiales.

¿Sabías qué los corchos absorben el mal olor?

Cuando hueles un corcho de vino tinto, percibes los aromas más identitarios de esa bebida. Esto se debe a que las propiedades del corcho natural implican la absorción de olores, ya sean buenos o malos. Entonces, si quieres explotar las bondades de un corcho natural, deberías guardarlo… ¡en el refrigerador! Despídete ya del limón seco y bríndale la elegancia debida.

Pero este no es el único uso, pues dicha bondad podría salvarte de la humedad y ese desagradable aroma que impregna en ropa y otros objetos almacenados en clósets, armarios, zapateras y más. Reúne varios corchos y colócalos en el interior de tus muebles.

Cultura del vino en México y ¿cuidado del hogar?

Aunque no lo creas, ambos temas se unen gracias a los corchos y es que las posibilidades en tareas del hogar son vastas:

• Llaveros flotadores: si tus actividades implican pasar tiempo en el agua, puedes perforar algunos corchos en un extremo y usarlos como flotadores. De esta manera, si accidentalmente se caen al agua, flotarán y serán más fáciles de recuperar.
• Usos en jardinería: si cortas los corchos a lo largo, obtendrás etiquetas para identificar tus plantas. Por otro lado, puedes usarlos como tapones en macetas que no necesitan mucha filtración de agua. Y gracias a su propiedades porosas, podrías usarlos para delimitar el área de algunas plantas sin dañar sus raíces.
• Usos en carpintería: cada vez que necesites colocar una repisa, colgar algún cuadro o armar muebles empotrables en la pared, los taquetes te serán vitales para la tarea. ¿Por qué no usas los corchos de tu vino tinto? Por otro lado, es común tener sillas que no pueden arrastrarse sin tener un sonido apenas equiparable con las uñas en el pizarrón. Si colocas rodajas de corcho en las patas de tus muebles, te olvidarás de esos sonidos. Finalmente, si tienes puertas o muebles que choquen constantemente con otras superficies hasta el punto de dañarse entre sí, un poco de corcho en las áreas afectadas resolverá su deterioro.
  

Como puedes apreciar, el corcho brinda soluciones efectivas a pequeños detalles cotidianos. Por eso, te recomendamos comenzar a guardar cada tapa de tus vinos, así te será más fácil recurrir a ellos cuando la ocasión lo amerite. Recuerda conservarlos en un lugar seco; de lo contrario, se pudrirán.