Una de las bondades más claras del vino es su capacidad de acompañar casi cualquier alimento. A la hora de la comida (o la cena), después de una tarde estresante o en un día especial, ya sea vino rosado dulce o vino blanco dulce, una copa siempre se encargará de amenizar el momento.
Sin embargo, existe un término acuñado por la comunidad que podría confundir a muchos. Se trata de los vinos de postre. ¿Los has escuchado? Es probable que ya los hayas probado, por lo que mejor nos dedicaremos a explicarte de qué va este término y así sepas concretamente de qué hablamos.
Vino de postre. ¿Qué es?
El sentido común nos haría pensar que los vinos de postre son aquellos que acompañan el cierre de toda comida y aunque hay mucha verdad en ello, es necesario precisar un par de detalles. Para iniciar, debemos recordar una etapa clave en la creación de cualquier vino: la fermentación. Durante esta etapa, los frutos utilizados en la preparación comienzan a transformar sus azúcares naturales en alcohol. Al final, quedan muy pocas cantidades de dulzor en la bebida; a ello se le conoce como azúcar residual. De hecho, ya hemos hablado de la clasificación de vinos dulces; aquí encontrarás que todo vino con azúcar residual mayor a 50 gr por litro se considera un vino dulce.
Esta característica es lo que ofrece el sobrenombre de vino de postre a los vinos dulces, pues dichas bebidas son, en sí mismas, postres bebibles. Por supuesto, un vino rosado dulce o vino blanco dulce acompaña a la perfección el postre de toda comida, pero también lo hace un vino rosado amargo, aquí la diferencia recae en la cantidad de azúcar.
3 formas de obtener un vino de postre
Un verdadero vino de postre obtiene su dulzor sin añadir azúcares adicionales a los que contiene cada fruto, y para conseguirlo, existen múltiples técnicas de cultivo. Aquí te contaremos sobre 3 de ellas:
- Uva congelada: el procedimiento consiste en dejar madurar la uva y cosecharla después de una nevada. De esta forma, su jugo se congela y revienta la piel. Una vez descongelado, el agua sale del fruto, dejando una mayor cantidad de azúcar en su interior. Son ideales para comer con helados, mousses o cheesecakes.
- Uva con hongos: existe un hongo llamado Botrytis Cinerea que infecta diversas frutas y acelera su descomposición. Sin embargo, tiene un efecto particular al adentrarse en las uvas: intensifica el sabor dulce de sus jugos.
- Cosecha tardía: simple y sencillo. Se deja que la uva madure más de lo recomendado para que los azúcares en su interior se intensifiquen, lo que las hace más resistentes al proceso de fermentación.
Como puedes notar, el vino rosado dulce y el vino blanco dulce son excelentes opciones para degustar los vinos de postre. Te recomendamos acompañar tus platillos preferidos con una copa de estas presentaciones y así degustar un festival de sabores en el paladar.